Cuando compramos una planta, tenemos que tener en cuenta que es un ser vivo.
Un ser vivo como una mascota, necesita un lugar adecuado para vivir y unas atenciones, no sólo para su supervivencia, si no para que se encuentre sana y «feliz». Está claro que en un perro, por ejemplo, podemos ver la felicidad en su comportamiento. En una planta, tenemos que verla por su aspecto, su correcto crecimiento y su salud.
Entendemos que compramos una planta «feliz», una planta sana y con buen aspecto. Esta planta por lo general, va a ser trasplantada, bien a otro contenedor, o bien a la tierra en un lugar definitivo. Lo primero es elegir la planta correcta para ese sitio. Las especies vegetales han sufrido también la globalización. Plantas tropicales con un hábitat de selva, con unos parámetros evolutivos de humedad relativa del aire muy alta, sustratos ricos en materia orgánica, temperaturas tropicales y luminosidad acorde a la especie concreta, pretendemos que sean felices dentro de una casa, oficina o restaurante, con unas condiciones ambientales a la medida del confort del ser humano.
Plantas y árboles acostumbrados a vivir en zonas del norte de Europa, con temperaturas frescas y lluvias abundantes, pretendemos que estén «felices» en un jardín en el centro de la península, con veranos abrasadores y tierras que muchas veces sólo son aptas para hacer botijos.
La experiencia del viverista profesional, es muy importante a la hora de ayudarnos para afinar al máximo en la elección de la planta. Hay que preguntar que plantas pueden ser candidatas para ocupar ese lugar según las características ambientales del mismo. El viverista profesional, nos puede aconsejar de qué manera podemos transformar dentro de lo posible las condiciones del terreno, como son: el drenaje y la tierra donde se van a desarrollar las raíces. Nos puede indicar la manera de proteger los troncos del Sol los primeros años. Nos puede dar unos parámetros de mantenimiento. Nos puede ayudar en definitiva a que la elección de esa planta pueda ser la de una planta con un futuro «feliz».
V I V E R O S P E Ñ A 2024